Conocimos a Fermin Aramendia en una charla que dio poco después de llegar de su gran periplo. Ese que lo llevo a coger un pequeño velero, sin apenas nociones de navegación, y cruzar el Atlántico en solitario. Las vivencias que contaba de sus 4 años de viaje daban para escribir varios tomos. Fermin hablaba de largos días varado en mitad del océano Atlántico, sin rastro de viento alguno con el que poder navegar. Fueron esos largos días de calmada tensión donde uno empieza a darle vueltas al tarro y a cuestionarse todo. Fermin lo llama la terapia del silencio, enseñanzas de alta mar sobre la vida y nuestro lugar en ella.
Esta vez quedamos con él en la cala hondarribitarra de “Mangarranas” para que sacará su lado más “Coach” y nos hablara de emprendizaje, sobre cómo afrontar retos y lanzarse.